Abogo por el ejercicio de alta intensidad en parte debido a sus beneficios para el cerebro, que provienen principalmente del lactato. El lactato alimenta el cerebro y los músculos (sin causar fatiga ni dolor, como se pensaba) y activa los factores de crecimiento y los neurotransmisores. El BDNF, apodado "Miracle-Gro para el cerebro", mejora la neurogénesis y la neuroplasticidad, formando y reconectando las conexiones entre las neuronas. La norepinefrina y la serotonina, producidas durante el ejercicio (especialmente vigoroso), aumentan el enfoque, la atención, la motivación y el estado de ánimo durante varias horas o más después del entrenamiento. El ejercicio de baja intensidad tiene varios beneficios para la salud, pero nada se acerca al ejercicio de alta intensidad si está buscando un impulso cognitivo a corto o largo plazo.