Solo unos minutos al día de "snacks de ejercicio"—como subir escaleras a toda velocidad o caminar rápidamente—pueden reducir drásticamente tu riesgo de muerte prematura. Estudios a gran escala utilizando rastreadores portátiles encontraron que solo 3–6 minutos diarios de actividad física intermitente vigorosa (VILPA) reducen la mortalidad general en aproximadamente un 30%. Aumentar a alrededor de 9 minutos diarios reduce las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares en un 50% y las muertes relacionadas con el cáncer en un 40%. Notablemente, estos beneficios que extienden la vida se observan incluso en personas que no se consideran a sí mismas como ejercitadoras.