Movimiento correcto. Cracker Barrel había cometido el mismo error que Jaguar. Apuntaron a un cliente inexistente. Despreciaron a sus leales (demasiado viejos, demasiado blancos, demasiado poco cool, y en el caso de Jaguar, claramente demasiado masculinos). Y trataron de actualizarse a un nuevo cliente que es cool y moderno, pero que en realidad no existe. Jaguar apuntó a lo que he descrito como el demográfico de "barista vegano que quiere llegar al círculo de tambores en un coche deportivo de lujo" (lo cual pensé que eran 0 personas, pero para ser justos, son al menos 49 según las cifras de ventas). Cracker Barrel apuntó al tipo de persona que quiere una experiencia gastronómica más elegante y moderna, y por alguna razón, aún irá a Cracker Barrel. Los ejecutivos de estas empresas no son poco inteligentes ni inexpertos. Parecen ser boomers poniéndose al día con el zeitgeist de 2022 y usándolo como base para una "campaña audaz" que puede conseguirles un lugar en el panel de Cannes Lions. Pero las mejores marcas son aquellas que abrazan a su audiencia principal y fomentan a los más leales (Costco, Chick-fil-A, Harley Davidson, etc.). No puedes elegir un cliente de fantasía al que preferirías servir. Si no respetas a los clientes, simplemente cambia de trabajo. Las marcas se construyen sobre la lealtad, y si le das la espalda a los clientes leales, ellos te darán la espalda a ti. ¡Bien por Cracker Barrel!