El gobernador McKee y la comisionada Infante-Green han formado una "asociación" para combatir la ausencia crónica en las escuelas K-12. El esfuerzo, que está financiado por una subvención del Departamento de Educación de EE. UU., tiene como objetivo "apoyar" la salud mental de los estudiantes mediante: 1. Proporcionar desarrollo profesional para educadores sobre estrategias de salud mental basadas en evidencia. También conocido como SEL (Aprendizaje Social y Emocional). 2. Dar a las escuelas acceso a recursos y capacitación para ayudarles a implementar sistemas de apoyo a la salud mental. (Capacitación en SEL.) La idea central es que mejorar la "salud mental" de los estudiantes conducirá a una mejor asistencia escolar y un mejor rendimiento académico, pero no hay evidencia que respalde esto. Desde 2021, las escuelas en Rhode Island se han convertido en terrenos de cultivo político, por lo que no es sorprendente que la ausencia crónica esté en aumento, ya que los niños pueden tener miedo de asistir a la escuela. La solución propuesta por McKee es dar a las escuelas el derecho a identificar a los niños que consideran que necesitan "apoyo externo". El problema es que en Rhode Island, los maestros y los "Equipos de Punto" no están calificados para diagnosticar o referir a un niño a una instalación psiquiátrica. ¿Qué sucede cuando los maestros y los "Equipos de Punto" se equivocan? Un niño puede ser canalizado hacia un camino psiquiátrico en el que no debería estar. Esta última iniciativa K-12 es otro ejemplo del exceso de poder del gobierno. Cada padre en Rhode Island debería estar preocupado.