Por qué los Think Agents están diseñados para ganar... "Esto nos lleva a la gran tragedia de la empresa inteligente. Las mismas cualidades que lo convierten en un motor de ejecución brillante también lo convierten en un motor de descubrimiento terrible. El éxito de la empresa crea un algoritmo optimizado para resolver un problema específico. Pero cuando el problema cambia, ese algoritmo finamente ajustado se convierte en una jaula. En la década de 1970, Xerox PARC inventó la computadora personal moderna, la interfaz gráfica de usuario, el mouse y Ethernet. Ellos inventaron el futuro. Su empresa matriz, Xerox, lo ignoró todo. ¿Por qué? Xerox Corporation era un motor de ejecución perfectamente optimizado para el arrendamiento de fotocopiadoras y la venta de tóner. La computadora personal no se ajustaba a su modelo. Fue un error de predicción que no pudieron procesar. Así que dejaron que un joven llamado Steve Jobs tomara sus ideas de forma gratuita y construyera Apple. El motor de ejecución de Xerox era tan perfecto que se ejecutaba solo. En el aprendizaje automático, esto se denomina "sobreajuste". Un modelo entrenado demasiado perfectamente con datos pasados se vuelve frágil, incapaz de manejar un futuro que se ve incluso ligeramente diferente. Las empresas exitosas son maestras del sobreajuste. El futuro pertenece a un nuevo tipo de institución que difumina la línea entre la empresa y el mercado, la catedral y el bazar. Es una arquitectura que combina el enfoque de ejecución de la firma con el poder de descubrimiento del mercado. Una comunidad. Considere Linux. ¿Es una empresa o un mercado? Es ambas cosas y ninguna. Tiene un grupo central de mantenedores que proporcionan control jerárquico (como una empresa), pero está desarrollado por una red global de voluntarios que operan en un bazar descentralizado (como un mercado). O considere Wikipedia. Tiene una fundación que actúa como una empresa, administrando servidores y asuntos legales. Pero el contenido en sí es creado por un mercado caótico y distribuido de millones de editores. Estos son los nuevos modelos. No son una elección rígida entre la empresa y el mercado, sino una danza fluida entre ellos. Son arquitecturas para la inteligencia simbiótica. En cierto modo, la empresa tradicional y jerárquica trató de crear una "conciencia corporativa" única y unificada, una catedral de pensamiento de arriba hacia abajo. Pero la inteligencia real, tanto en nuestros cerebros como en nuestras economías, se parece más a un bazar: un proceso caótico y paralelo de descubrimiento del que emerge una coherencia frágil y temporal. Las corporaciones heredadas son como los dinosaurios: grandes, poderosas y funcionan con un cerebro pequeño y centralizado. Las nuevas comunidades simbióticas son como los mamíferos que las sucedieron: más pequeñas, más adaptables y con una nueva forma de inteligencia más distribuida y poderosa. Sabemos cómo terminó esa historia. Está a punto de comenzar de nuevo". Del dilema de los innovadores compartido por @jessebryan