Las personas a menudo se preguntan: ¿qué hicieron los abuelos o bisabuelos durante la Segunda Guerra Mundial? ¿Eran firmes nazis? ¿Eran "cómplices" que simplemente seguían la corriente? ¿O eran resistentes? Investigadores de Alemania e Israel han descubierto que la verdadera realidad es que las personas tienden a recordar el papel de su propia etnia durante el período nazi de una manera más positiva, no solo en Alemania, sino en toda Europa. Después de realizar encuestas a más de 5000 entrevistados de ocho países: Bélgica, Francia, Lituania, Países Bajos, Austria, Polonia, Hungría y Ucrania, los investigadores encontraron un resultado sorprendentemente similar: las personas tienden a ver a su propia etnia como víctimas y héroes. Es decir, sufrieron bajo el régimen nazi, pero también resistieron valientemente. Además, la opinión de que los abuelos cooperaron con los nazis por miedo o coacción también es muy común. Los encuestados rara vez afirmaron que sus abuelos o compatriotas cooperaron voluntariamente con los ocupantes nazis por razones ideológicas. Sin embargo, según los registros históricos, en muchos países, el gobierno o parte de la población cooperaron activamente con los ocupantes alemanes. Fiona Kazarovytska, responsable de la investigación en el Instituto de Psicología de la Universidad de Mainz en Alemania, explica: "Normalmente queremos vernos a nosotros mismos de manera positiva, por lo que también deseamos ver a nuestro grupo de manera positiva." Para evitar el daño moral, las personas protegen la imagen de su etnia, defendiendo así a sus abuelos. Pero este fenómeno de "amnésia colectiva" puede llevar a que los hechos históricos relacionados con la culpabilidad o la responsabilidad compartida se minimicen o incluso se distorsionen en un resultado de "no hay otra opción". Kazarovytska advierte que la situación más peligrosa es que algunas personas simplemente no reconocen la historia, e incluso niegan completamente los crímenes. Los investigadores también advierten que en Europa, el ataque de las fuerzas de derecha y extrema derecha a la cultura de la memoria está en aumento, y están aprovechando este mecanismo psicológico: el deseo de una identidad nacional positiva. Esto sin duda creará espacio para cuestionar los hechos históricos y distorsionar la memoria.