Me pregunto si acertamos con la propuesta de valor de "descentralización", pero perdimos de vista a la persona interesada en esa propuesta de valor. ¿Qué pasa si no es el usuario cotidiano, sino en realidad las instituciones que necesitan tener un control estricto sobre el perfil de riesgo de su capital (un hilo similar a lo que @nic__carter escribió hace un tiempo sobre bitcoin convirtiéndose en la capa de liquidación para los bancos)? Bajo esa perspectiva, a los usuarios no les importa dónde realizan la mayoría de sus transacciones de bajo valor, pero a las instituciones (y a los jugadores más grandes) sí les importa dónde lo hacen. Eso significa que las L1 orientadas al consumidor con una descentralización cuestionable, en realidad tienen sentido. No están destinadas a miles de millones de dólares en activos del mundo real, sino a miles de millones de dólares en transacciones de bajo valor (por ejemplo, pagos). Si acaso, no ponen a ethereum en una situación difícil (o incluso a Solana), sino más bien a todas las L2 o L1 orientadas al consumidor. Además, si una corporación ya tiene una gran distribución (como Stripe), tiene sentido que solo quiera construir una L1 que sirva a sus propios clientes. Tienen la distribución, no les importan los efectos de red. En ese sentido, Stripe tiene más sentido que las cadenas de USDT/USDC, que de hecho no tienen distribución.