El asunto de Lao Luo Xibei es, de hecho, un caso clásico de un jefe que causa problemas y desencadena una crisis de relaciones públicas. Primero, en la prevención, saber cuáles son los puntos de crisis y preparar un plan detallado (es obvio que Xibei no tenía un plan específico). Segundo, en la evaluación, se debe decidir si admitir el error, contraatacar o ignorar; dependiendo de la situación, se elige un enfoque diferente. Frente a Lao Luo, lo mejor es admitir el error y buscar una solución, lo segundo es ignorar y manejarlo fríamente, y lo peor es contraatacar. En cuanto a otros problemas, como la falta de coherencia (cada uno dice lo que quiere); la falta de coordinación en el espacio público (casi no se oyen voces de apoyo); la incapacidad total para establecer una agenda, dejándose llevar; eligieron contraatacar pero no tuvieron una respuesta dirigida a Lao Luo, resultando en una reacción débil, etc.