LA HISTORIA RIMA: EL FAVORITISMO DE LA IA DE APPLE SE HACE ECO DE LA ERA MONOPÓLICA DE MICROSOFT Las demandas antimonopolio han sido durante mucho tiempo una herramienta para frenar las prácticas monopólicas en la industria tecnológica, asegurando la competencia justa y la innovación. Históricamente, estos casos han llevado a victorias significativas que remodelaron los mercados. Por ejemplo, el histórico caso U.S. v. Microsoft a fines de la década de 1990 acusó a la compañía de abusar de su monopolio de Windows al agrupar Internet Explorer, sofocando a competidores como Netscape. El acuerdo obligó a Microsoft a abrir sus API y evitar acuerdos exclusivos, allanando el camino para la diversidad de navegadores y el surgimiento de alternativas como Firefox y Chrome. De manera similar, la ruptura en 1982 del monopolio Bell System de AT&T desmanteló su control sobre las telecomunicaciones, fomentando la competencia que estimuló las innovaciones en los servicios de larga distancia y, finalmente, la era móvil. Estas victorias demostraron cómo la aplicación de la ley antimonopolio puede derribar barreras, impulsar la elección del consumidor y acelerar el progreso tecnológico. Avance rápido hasta hoy, y estamos viendo ecos de estas batallas en la integración de Apple de ChatGPT de OpenAI en sus sistemas operativos. Esta asociación integra ChatGPT profundamente en iOS, iPadOS y macOS a través de funciones como mejoras de Siri y herramientas de escritura en todo el sistema, lo que le brinda acceso privilegiado y ubicación privilegiada. Si bien Apple enmarca esto como una mejora de la experiencia del usuario, crea un campo de juego desigual. Al aprovechar su monopolio de la App Store, que controla más de 2.2 mil millones de dispositivos, Apple promueve ChatGPT a través de impulsos algorítmicos, listas seleccionadas e integraciones exclusivas, al tiempo que suprime a los rivales. Elon ha acusado a Apple de "violaciones inequívocas de antimonopolio" en virtud de la Sección 2 de la Ley Sherman, alegando que hace "imposible que cualquier empresa de IA además de OpenAI alcance el #1". No se trata solo de clasificaciones; se trata de agrupar una IA de terceros como un valor predeterminado de facto, lo que podría bloquear a otros desarrolladores y reducir los incentivos para la innovación en el floreciente espacio de IA. Comparando las dos épocas, los paralelismos son sorprendentes. Así como la agrupación de IE de Microsoft se consideró anticompetitiva por afianzar el dominio, la incrustación de ChatGPT de Apple podría verse como un uso de su monopolio del sistema operativo para favorecer a OpenAI, haciéndose eco de las mismas prácticas que llevaron al escrutinio de Microsoft. En el pasado, victorias como estas abrieron puertas para los desvalidos: piense en cómo la ruptura de AT&T permitió nuevos participantes en las telecomunicaciones. Sin intervención, la medida de Apple sofocará la competencia de IA, donde las nuevas empresas y alternativas como Grok y otras luchan por ganar visibilidad en los dispositivos iOS. La demanda en curso del Departamento de Justicia contra Apple por prácticas más amplias de teléfonos inteligentes ya destaca el control de acceso de la App Store; este acuerdo de IA amplificará esas preocupaciones. Si la historia sirve de guía, los reguladores deben actuar con rapidez. Los triunfos antimonopolio pasados no solo castigaron a los gigantes, sino que desataron olas de creatividad. En la era de la IA, garantizar la competencia abierta podría democratizar el acceso a herramientas avanzadas, beneficiando a los usuarios mucho más allá del ecosistema de una sola empresa.
Elon Musk
Elon Musk12 ago, 15:50
¡Es una locura!
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