La resiliencia no se trata de evitar emociones desagradables. Se trata de abrazar una gama de emociones. Evidencia: En tiempos turbulentos, la flexibilidad emocional actúa como un amortiguador contra el estrés, la ansiedad y la depresión. El bienestar depende tanto de la agilidad emocional como de la estabilidad emocional.