Si la Reserva Federal decide bajar las tasas de interés en septiembre de 2025, su motivación política se reflejará más en un "enfoque preventivo/gestión de riesgos centrado en el empleo". Se están señalando señales de desaceleración general en el mercado laboral, mientras que la inflación subyacente del PCE sigue en una trayectoria controlable a la baja. Si se mantiene la tasa de política sin cambios en este momento, la tasa de interés real aumentará pasivamente debido a la caída de la inflación, lo que provocará un endurecimiento implícito de las condiciones financieras. Creo que la Reserva Federal podría lograr un reequilibrio de riesgos mediante una ligera reducción de tasas. Porque, los datos económicos históricos muestran que, cuando el mercado ya ha formado ciertas expectativas de flexibilización, un pequeño ajuste (una vez 25 puntos básicos) a menudo puede mantener mejor los anclajes de expectativas tanto de inflación como de empleo que una acción que supere las expectativas.