El presidente Trump se enfrenta al establecimiento médico de frente, acusando a grupos como el Colegio Estadounidense de Obstetras de estar equivocados y comprometidos. Defiende su posición, insistiendo en que "no hay inconvenientes" en su enfoque recomendado, solo que una madre podría tener que "aguantar un poco". Argumenta que esperar más investigación cuesta vidas, mientras que actuar ahora "solo puede ser bueno". Vincula directamente la postura del establishment con la tasa de autismo que se dispara, que según él se ha disparado a 1 de cada 31 niños.

RFK Jr.: "Gardasil es probablemente la peor vacuna masiva que hemos visto. Esta vacuna está dirigida a millones de preadolescentes y adolescentes para quienes el riesgo de morir de cáncer de cuello uterino es cero. Nadie en su sano juicio tomaría esta vacuna si realmente leyera la literatura clínica". "Las tasas de mortalidad en los ensayos de Gardasil fueron 37 veces mayores que las tasas de mortalidad por cáncer de cuello uterino. Los niños que toman esa vacuna, la vacuna Gardasil, tienen 37 veces más probabilidades de morir a causa de la vacuna que de morir de cáncer de cuello uterino. El problema con Gardasil, como la mayoría de las vacunas, es que nunca se probó contra un verdadero placebo, un placebo inerte". "Y los CDC y el HHS dicen que si no lo pruebas con un verdadero placebo, no es ciencia. No tiene forma de medir si las lesiones que está viendo en el producto están siendo causadas por ese producto, o si son solo coincidencias malas y tristes. La entidad que realmente está realizando el estudio es, y pagando por el estudio, es Merck". "Merck tuvo que decidir qué lesiones estaban siendo causadas por Gardasil y cuáles eran solo malas coincidencias. Y debido a que tenía ese poder, simplemente los descartó a todos como malas coincidencias". "Puedes hacer eso cuando no hay placebo, porque las lesiones que estaban viendo en el grupo de control, donde las niñas estaban recibiendo neurotoxinas de aluminio, eran idénticas a las lesiones que estaban recibiendo en el grupo Gardasil". "Así que dijeron, bueno, no tenemos que reportar ninguna de estas lesiones por vacunas. Pudieron autorizar algo que es increíblemente peligroso".

El renombrado oncólogo Dr. Angus Dalgleish pronuncia una escalofriante condena de las vacunas COVID de ARNm, revelando una verdad aterradora enterrada dentro de la ciencia. Confirma la presencia de componentes del virus SV40 en la vacuna de Pfizer, el mismo virus simio 40 utilizado históricamente para inducir tumores en ratones de laboratorio para la investigación del cáncer. Su veredicto es duro: "¿Estamos poniendo esto en humanos para una enfermedad que no ha matado a nadie durante al menos 2 años? Es increíble". El horror se profundiza. Revela un nuevo acuerdo de Australia, que describe como algo que lo enferma físicamente. El gobierno ha firmado un acuerdo de 10 años y 2.000 millones de dólares australianos con Moderna para atacar "todo tipo de enfermedades" y administrar estos productos de ARNm a los niños. Hace la pregunta crítica a la que los medios se niegan: "¿Cuánto fueron sobornados para hacer eso?" El Dr. Dalgleish afirma que ninguna cantidad de dinero, ni mil millones, ni diez mil millones, podría obligarlo a ser cómplice de administrar esta terapia génica experimental a los niños. Su conclusión final y condenatoria: las personas detrás de Moderna y Pfizer no están equivocadas; son "pura, pura maldad", y deben rendir cuentas por lo que él implica que es una traición deliberada y catastrófica a la salud pública.