Hablemos sobre "parentesco". Específicamente, el tipo étnico. Es un secreto sucio en las ciencias sociales que uno de los hallazgos más replicables es que a las personas les gusta su propia clase. Esto se ha reproducido en todas partes, entre todos los pueblos, en todas las culturas. Un hilo de hallazgos 👇🧵

Kenia (múltiples tribus): Habyarimana et al. (2007) encontraron que los coétnicos en Kampala tenían de 2 a 3 veces más probabilidades de cooperar con éxito en juegos experimentales

Un meta-análisis de 77 estudios encontró que este sesgo coétnico es universal en todos los continentes:

En Suiza (2017), los investigadores "perdieron" 17,000 billeteras. Las billeteras tenían entre 2 y 5 puntos porcentuales más de probabilidad de ser devueltas cuando el nombre en la identificación indicaba coetnicidad con el encontrador (nombres de sonido alemán frente a nombres de sonido turco en los cantones de habla alemana).

El inconveniente de la diversidad: En EE. UU., Robert Putnam (2007) encontró que la diversidad étnica reduce la confianza en los vecinos, disminuye las donaciones caritativas y reduce el apoyo al gasto en bienestar—incluso entre los liberales—porque las personas son menos propensas a redistribuir a los grupos percibidos como externos.

INCLUSO APARECE EN EL CEREBRO: estudios de fMRI (por ejemplo, Van Bavel et al., 2008; Cheon et al., 2011) muestran que las mismas regiones del cerebro que se activan para el reconocimiento de parientes (amígdala, ínsula, etc.) se activan más fuertemente para rostros de coétnicos que para rostros de otras razas.

En resumen, el efecto de favoritismo coétnico parece aparecer en todas partes donde los investigadores han mirado: sociedades a pequeña escala, naciones modernas, experimentos de laboratorio, experimentos de campo, datos históricos y escaneos cerebrales.