Probablemente escribiré un artículo o tal vez organice un espacio sobre por qué las llamadas funciones de privacidad "opt-in" son en gran medida un espejismo. La fuga es inevitable cuando la privacidad se atornilla como un modo opcional, especialmente en arquitecturas que se apoyan en TEE. Sin garantías criptográficas de extremo a extremo, los TEE simplemente cambian la confianza a los proveedores y operadores de hardware, quienes pueden observar y correlacionar sus transacciones. En estas configuraciones, está a un cambio de política, citación u operador retrasado de ser desanonimizado. Eso no es privacidad, es opacidad permitida. La privacidad real es predeterminada, demostrable e irreversible por diseño.