Las estrategias de seguimiento de tendencias revelan una verdad contraintuitiva: la pérdida sistemática es la base de la ganancia sistemática. Las pérdidas no son fracasos aleatorios; son el costo necesario para mantener la posición en oportunidades asimétricas. Cuando el 65% de tus operaciones fallan, cada pérdida se convierte en un pago por el derecho a permanecer posicionado para los movimientos raros y explosivos que generan todas las ganancias. Esto invierte nuestra comprensión básica de la competencia, donde estar equivocado la mayor parte del tiempo es, de hecho, evidencia de que el sistema está funcionando correctamente. Nuestra programación psicológica se rebela contra esta realidad porque el fracaso frecuente se siente como incompetencia. El cerebro interpreta una serie de pérdidas como prueba de que la estrategia está rota, desencadenando el impulso fatal de "arreglar" lo que en realidad está funcionando como se diseñó. Esta respuesta emocional explica por qué la mayoría de los traders abandonan sistemas rentables durante los inevitables períodos de retroceso: eligen la comodidad de tener razón sobre la incomodidad de ser rentables.