Tengo un miedo tan profundo por el futuro de América. Parece que cada vez más, muchas personas están desesperadas por un derramamiento de sangre que solo engendrará violencia, dolor y horror que solo el futuro podrá contarnos. Sin la capacidad de hablar entre nosotros—de debatir, disentir y participar en un diálogo—no habrá esperanza para nada más que la opresión, el terror y el miedo que están consumiendo a toda nuestra sociedad. Una vez fuimos una nación valiente de personas que podían soportar las cosas desagradables, degradantes y repugnantes que otros decían simplemente porque entendíamos que eran palabras que no podían violarnos físicamente. Ya no es posible nada de eso. Ahora ha surgido una condolencia implícita a la violencia contra aquellos que expresan cosas que no nos gustan. Que hacer que alguien se sienta incómodo con palabras puede ser retorcido en una retórica 'violenta' que exige una respuesta violenta. Este es un camino que solo puede llevar a una destrucción acelerada de nuestras sagradas libertades, derechos y valores que serán desgarrados bajo la tiranía de la opresión y la censura que se exigirá desde todos los lados después de esto. Lloro por mi país, el dolor que vendrá de esto, y la total desesperanza ante la admisión de que estamos descendiendo en el espeso odio negro que parece ser la única respuesta que les queda a las personas.