La neutralidad creíble es fundamental para Ethereum; está profundamente arraigada en la propia red así como en el ecosistema que la rodea. Han pasado 10 años arduos para que Ethereum logre esto y ha requerido que todo el ecosistema se una y lo apoye. Desde asegurarse de que las personas puedan ejecutar un nodo desde casa hasta no sacrificar la descentralización para escalar el L1, pasando por el EF que impulsa tantas funciones centrales como sea posible. Todo esto es increíblemente difícil porque está en directa oposición al camino mucho más fácil de simplemente no hacer nada de esto. Por supuesto, hay defensores de otras redes que afirmarán que su red favorita también es "creíblemente neutral", pero no puedes simplemente afirmar esto; tienes que probarlo durante un largo período de tiempo y luego seguir probándolo en perpetuidad. La neutralidad creíble es como la confianza: se tarda mucho en ganarla y segundos en romperla. Una red puede considerarse creíblemente neutral durante décadas, pero en el momento en que comienza a favorecer a una entidad particular sobre otra, la parte 'creíble' se va por la ventana y la cadena ya no es neutral y probablemente nunca lo será de nuevo. Esto está en el corazón de por qué creo que las "cadenas corporativas" fracasarán a largo plazo, independientemente de la tecnología que utilicen (L1, L2, etc.). Recrear silos centralizados con blockchains simplemente no funcionará, al igual que crear internet privados para competir con el internet público no funcionó. La única forma en que la adopción masiva de esta tecnología ocurre es a través de sistemas realmente creíblemente neutrales y sin permisos que no son propiedad de nadie y no están afiliados a ninguna entidad única. La única forma de avanzar es una red programable completamente sin permisos, descentralizada, resistente a la censura y verdaderamente creíblemente neutral. La única forma es Ethereum.