Es una locura que la gratificación retrasada se haya reducido a una especie de truco de vida psicodélica pop cuando se trata de la economía unitaria de cambiar el destino. Es la historia de Caín y Abel haciendo diferentes sacrificios, es la primera lección después de la caída del paraíso, como si dijera "primero ganamos conciencia de nuestra existencia imperfecta, luego ganamos conciencia de nuestros valores". La historia de Caín y Abel trata sobre renunciar a lo que tienes ahora por algo mejor en el futuro, cuanto mayores sean tus sacrificios en el presente, mayor poder de negociación tendrás con el futuro. La gratificación retrasada se trata de jugar un juego con la estructura del tiempo y la realidad: el espíritu de Caín está tomando atajos, con lo que fundamentalmente NO puedes salirte con la tuya: si no haces el sacrificio de mayor valor, no propicias a Dios, metafóricamente hablando. Si no te orientas hacia el valor más alto y te entregas continuamente hacia esa cosa, no serás recompensado