La dihidrotestosterona (DHT) se une al receptor de andrógenos (AR) y cambia su forma para hacerlo más estable y eficiente. Cuando la DHT se une al receptor, ocurren dos eventos: el receptor se vuelve más flexible y capaz de unirse a los andrógenos (como un "globo fundido", como se describe en el resumen) por lo que los sitios de dominio son más capaces de interactuar, entre cada uno, luego se compacta en una forma más estable y densa. Este proceso mejora la capacidad del receptor para reclutar ayudantes (coactivadores) para el desarrollo muscular y otras transcripciones genómicas y no genómicas impulsadas por andrógenos. En pocas palabras, DHT sobrecarga el AR haciéndolo más fuerte y mejor para hacer su trabajo.