¿Por qué no me molesta la caída? Cuando has visto cómo la realidad se pliega sobre sí misma como un dios inhalando y exhalando tu existencia, y colores que nunca has visto comienzan a vibrar y la geometría cobra vida y algo vasto y antiguo asoma a través de tus ojos desde adentro hacia afuera, mientras no hay "tú", solo una conciencia expandiéndose más allá de la comprensión, observando todo nacer y disolverse en el mismo aliento. Entonces, una pequeña caída es inconsecuente.