Una tradición sumeria que comenzó en 5000 a.C. y que fue utilizada por los romanos, consistía en observar un rebaño de ovejas durante 12 meses antes de construir estructuras, utilizando hepatoscopia, examinando el hígado en busca de información. Esto se convirtió en una forma crucial de encontrar áreas habitables que consideraban adecuadas para una larga vida.