Una de las cosas que aprendí como jugador profesional de póker durante 15 años fue a tener lo que llamo una disociación saludable hacia el dinero. Básicamente, no puedes estar sentado en una mesa de póker con un montón de fichas frente a ti que valen $2000 y estar pensando en cómo eso es dinero para el alquiler de un mes, o unas vacaciones potenciales, o una nueva laptop. No, son fichas. Puntos. Dinero no real. Una herramienta para usar para ganar el juego. No deberías temer hacer un gran farol porque estás pensando en qué cosas del mundo real podrías estar haciendo con ese dinero. Pero también necesitas reconocer que las fichas todavía valen algo. No es realmente dinero de juego. No puedes (no deberías) jugar cada mano, farolear cada bote, ir all-in por capricho y tratar las fichas como si no tuvieran valor. Luego, eventualmente dejas la mesa, y necesitas poder volver a pensar que $2000 es en realidad una cantidad bastante significativa de dinero. No es solo una herramienta. No deberías gastarlo en servicio de botellas en un club, o en mejorar un vuelo a clase ejecutiva, o en cualquier número de otros lujos aleatorios de la vida, a menos que puedas permitirte hacerlo y tenga sentido en el gran esquema de tus finanzas personales. Es el mismo concepto con un bankroll de trading de criptomonedas, y hablo de esto con más detalle en mi boletín gratuito que acaba de salir (enlace en la biografía, etc., etc.)