Las blockchains son los primeros sistemas políticos completamente formalizados del mundo, donde las reglas se expresan como código inambiguo y ejecutable por máquina. Esto tiene dos consecuencias profundas: 1. La aplicación de la gobernanza se vuelve automatizada y determinista, reduciendo masivamente los costos de coordinación. 2. La aplicación de protocolos se democratiza radicalmente. En los sistemas tradicionales, la aplicación es escasa, costosa y confiada a una pequeña clase gobernante. Las blockchains colapsan esos costos, haciendo posible que cualquiera pueda hacer cumplir las reglas simplemente ejecutando el software. El resultado es un vasto cuerpo de aplicación global con una fidelidad y transparencia sin precedentes. La EVM de Ethereum, en virtud de ser Turing Complete, extendió esta formalización a cada aplicación concebible. Ahora, no solo quienes pueden participar son sin permiso, sino también lo que se puede construir. Esto crea una plataforma abierta para la iteración rápida en el diseño institucional, que abarca la base fundamental de la civilización: reglas, aplicación, coordinación. La implicación es que Ethereum no es menos que un fenómeno macro-evolutivo para la civilización humana.