Para aquellos interesados en Ethereum que piensan que no importa que los tokens se lancen en alt-L1s en lugar de en un front end de Ethereum como Base: esa opinión se pierde el punto. La tarea que tenemos por delante es destronar a Bitcoin. Nuestro mayor riesgo no es perder ante otra cadena de contratos inteligentes; es no lograrlo. Bitcoin ya posee una participación dominante en la mente de las personas. Solo cerramos esa brecha con una dominancia a prueba de balas basada en el uso, no en el bombo. Mira el reciente lanzamiento del token YZY en Solana. Eso no fue una pérdida narrativa para nosotros; fue una victoria de ajuste producto-mercado para ellos en un caso de uso específico. Es una señal de que su experiencia de usuario era, en ese momento, de menor fricción. Cada proyecto que se lanza fuera de Ethereum es una brecha de producto que debemos cerrar. La solución son los fundamentos. La hoja de ruta centrada en rollups no se trata solo de escalar; se trata de diseñar un ecosistema tan fluido que lanzar en cualquier otro lugar se convierta en una elección irracional. Cuando nuestros front-ends ofrecen una experiencia sin fricción tanto para la cultura como para el capital, los efectos de red se vuelven inquebrantables, y la narrativa se escribe sola. La única pregunta que importa es: ¿estamos eliminando la fricción para los usuarios y constructores más rápido que los demás? Ethereum no solo necesita mantenerse por delante de los alt-L1s. Necesita convertirse en la cadena sin alternativas. Solo entonces la plataforma será lo suficientemente fuerte como para desafiar a Bitcoin en la cima.