Punto de vista: es viernes por la noche y te han añadido a un grupo de chat de Signal llamado el Orden Hermético de los PDFs. Te unes y te ves obligado a decidir qué PDF debes enviar para impresionar al chat y demostrar tu valía ante la comunidad. Si eliges mal, tu reputación como hombre quedará arruinada. Serás rechazado y marginado. Tu esposa incluso podría dejarte. Decides elegir tu segundo PDF más esotérico (no tan esotérico que nadie pueda entenderlo, pero lo suficientemente esotérico como para que sea bastante raro). Recibe un emoji de corazón. Sientes un dolor al entregarlo, como compartir un secreto que has mantenido cerca y que era parte de tu identidad. Este secreto ya no es tuyo. Pero a medida que ves llegar más PDFs, te das cuenta de que valió la pena por el conocimiento esotérico y los contactos entre la élite, los afortunados elegidos que han escapado de la clase baja permanente. Los Illuminati no son una teoría de conspiración, solo es un grupo de chat de Signal.