Tomemos como ejemplo las baterías de vehículos eléctricos. Aunque Estados Unidos fue el primero en lograr avances en la producción de baterías de iones de litio, la investigación posterior careció de apoyo gubernamental. Las empresas chinas han tomado el relevo y lideran el camino. BYD y CATL dependen de las baterías de iones de litio, en lugar de níquel y cobalto, que son preferidos por los productores occidentales. A través de avances tecnológicos con patentes, estas empresas chinas han logrado que las baterías sean más ligeras, más duraderas, se carguen más rápido y tengan un costo de producción más bajo.