Me entristeció profundamente enterarme del secuestro de sacerdotes, fieles y estudiantes en Nigeria y Camerún. Siento un gran dolor, sobre todo por los muchos jóvenes que han sido secuestrados y por sus familias angustiadas. Hago un sincero llamamiento para la liberación inmediata de los rehenes e insto a las autoridades competentes a tomar decisiones apropiadas y oportunas para garantizar su liberación. Debemos #PrayTogether por estos hermanos y hermanas nuestros, y que las iglesias y escuelas siempre y en todas partes sigan siendo lugares de seguridad y esperanza.