En su apogeo NFT fomo, Damien Hirst vendió 10.000 mints por 2.000 dólares cada una. Los compradores tenían la oportunidad de conservar el token digital, o de quemarlos y recibir una versión física pequeña. La preferencia de mercado es clara. Aunque el digital sigue valiendo 2000 dólares, el suelo físico ha subido un 600% hasta superar los 14000 dólares.