A pesar de toda la frustración últimamente, sigo creyendo que la próxima ola de lanzamientos puede hacerlo bien. A la Web3 no le falta innovación, le falta una ejecución que respete a los usuarios. Lanzamientos aéreos justos, tokenómica transparente y lanzamientos limpios no son mucho pedir. Proyectos como OpenMind y Rainbow tienen una oportunidad real de restablecer el estándar. Si funcionan bien, no solo recompensará a los usuarios, sino que restaurará la confianza en todo el ecosistema. Cada ciclo necesita algunos proyectos que recuerden a la gente por qué creímos en Web3 en primer lugar.