La moda #stablecoin no muestra signos de disminuir, pero no está ayudando a los ideales de control privado y centralización de las criptomonedas. Los gestores de activos tradicionales, que es donde está el gran dinero, están adoptando cada vez más stablecoins, con una fuerte preferencia por las centralizadas. La creciente capitalización de mercado y las nuevas regulaciones están acelerando esta tendencia. Las instituciones financieras tradicionales favorecen las stablecoins centralizadas porque ofrecen una propuesta de valor clara con reglas definidas y requisitos de garantía, lo que las convierte en una herramienta más segura para la inversión institucional. Por el contrario, las stablecoins descentralizadas conllevan diferentes riesgos. En general, las stablecoins son cada vez más relevantes y el futuro de todos los activos acabará tokenizándose. Pero tal vez nuestros ideales criptopunk mueran, como eventualmente lo hacen todas las culturas juveniles. ¿Ha muerto el criptoverano del amor?