La mitad del país está enfurecido porque un izquierdista le disparó a un ícono conservador en la garganta, y Jimmy Kimmel los difamó como mentirosos, mientras mentía descaradamente: "la pandilla MAGA [está] tratando desesperadamente de caracterizar a este niño que asesinó a Charlie Kirk como algo más que uno de ellos y haciendo todo lo posible para ganar puntos políticos con ello". Cualquier cobertura que omita ese hecho no va a capturar la realidad de la decisión comercial de ABC