En cuanto a nuestro gobierno, el lugar más sagrado de nuestra capital no es un trono sino un edificio que contiene los documentos de nuestra República. Nuestra Constitución fue revolucionaria para el mundo porque lanzó el experimento estadounidense de autogobierno, pero también porque se basó en las virtudes derivadas de Dios, no en las inclinaciones de un solo hombre o gobernante. Tenemos la bendición de vivir en Estados Unidos. ¡Feliz Día de la Constitución!