En mi humilde opinión, la mejor manera de honrar a las víctimas del 11 de septiembre es considerar honestamente lo que podríamos haber hecho para alentar el evento, cómo podríamos haberlo evitado mejor y cuán útil ha sido nuestra respuesta. Visité el monumento conmemorativo del 11-S la semana pasada en Nueva York, pero no vi mucho de estos.