Es espantoso ver cómo los medios están manejando la reciente avalancha de crisis violentas en Estados Unidos y el mundo en este momento. Desafortunadamente, esta epidemia de tribalismo es sistémica y no unilateral y los medios no deben politizar o sesgar la información en función de las agendas de su propiedad o audiencia. Nos solidarizamos con las víctimas, lloramos y apoyamos a las familias de los afectados por estos ultrajes y renunciamos a los delitos violentos. Este no es el mundo que queremos para nuestra posteridad. Debemos hacerlo mejor, tratarnos mejor unos a otros y para aquellos con la responsabilidad de dar noticias al público: Honren la confianza que se les ha dado e informen con integridad.