Este despertar que estamos viendo está forjando un nuevo arquetipo: el Constructor-Guerrero. Este es el hombre que entiende que su deber principal es proteger y mantener a su familia y a su gente, ya sea que eso signifique construir un negocio, asegurar un vecindario, crear arte o estar preparado para defender lo que es suyo. Es la mujer la que abraza su papel como guardiana del hogar y el corazón de la cultura, portadora y cuidadora de la próxima generación, cultivadora de la belleza y la tradición en el hogar. Juntos, forman la base inexpugnable de un pueblo regenerado y de ellos surge una nación regenerada.