Los principales medios de comunicación no tienen idea de por qué el oro está subiendo. Atribuyen la ganancia a la incertidumbre, la volatilidad o el aumento de los riesgos geopolíticos. Se niegan a reconocer que el aumento del desempleo, el aumento de los déficits federales, los recortes de tasas y el debilitamiento del dólar conducirán a una inflación vertiginosa.