Steve Jobs se envió a sí mismo este correo electrónico un mes antes de morir. "Cultivo poco de los alimentos que como, y de lo poco que cultivo no crié ni perfeccioné las semillas. No hago nada de mi propia ropa. Hablo un idioma que no inventé ni refiné. No descubrí las matemáticas que uso. Estoy protegido por libertades y leyes que no concebí ni legislé, y no hago cumplir ni juzgo. Me conmueve la música que no creé yo mismo. Cuando necesitaba atención médica, no podía ayudarme a sobrevivir. No inventé el transistor, el microprocesador, la programación orientada a objetos o la mayor parte de la tecnología con la que trabajo. Amo y admiro a mi especie, viva y muerta, y dependo totalmente de ellos para mi vida y bienestar. Enviado desde mi iPad" Si no estás escribiendo con tanta profundidad, no tienes profundidad.
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