Cuando se postuló para el Congreso el año pasado, el republicano Bresnahan, como la mayoría de los estadounidenses, odiaba la práctica de los legisladores de ganar dinero negociando acciones y expresó su deseo de prohibirla. Después de ser elegido, se convirtió en uno de los operadores de acciones individuales más activos en el Congreso y recibió críticas políticas por algunas de estas operaciones.