Las protestas sin liderazgo fracasan, basta con mirar hacia atrás a Occupy Wall Street. Peor aún, si son secuestrados por la violencia o la ira está mal dirigida, le dará a los medios y al gobierno una excusa para enterrar quejas legítimas. La gente en el Reino Unido está enojada, y con razón. El costo de todo está subiendo, los impuestos están subiendo, las empresas están fallando, las familias no pueden alimentar a sus hijos y la ley y el orden se han roto. El gobierno no está funcionando, no lo ha hecho durante mucho tiempo. Lo que se necesita es un liderazgo fuerte, un mensaje claro y un movimiento que el gobierno no pueda ignorar. Un trabajo duro para quien lo asume, porque significa unir a una nación fracturada con una amplia gama de quejas.