El segundo mayor problema con la OTAN: piensan que respetamos a nuestros generales de la misma manera que lo hacen sus generales. Si crees que estoy harto de los almirantes canadienses (lo estoy), no es nada comparado con mi desprecio por cierta cohorte de generales del ejército. Decirnos lo malos que eran te hace ganar cero puntos con cualquiera que esté en el poder en este momento. Por muy malo que creas que la gente como yo está siendo contigo, eso no es nada comparado con lo que siento por gente como el general Milley. Escuchar todo lo que hemos hecho mal no es solo agua de un pato, me motiva aún más para animarte a que te pongas en marcha. La única gran diferencia es que votamos a esos payasos, pero ustedes decidieron duplicar la exuberancia irracional.