En la parte superior de la parábola tanto en el cuarto trimestre de 2017 como en el cuarto trimestre de 2021, el sentimiento era pura manía. Q4 2017 -> Todo el mundo pensaba que estábamos entrando en un nuevo paradigma permanente. El comercio minorista inundaba a diario, CNBC tenía tickers de Bitcoin en la televisión las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y "comprar cualquier caída" se sentía como un código de trucos. Las ICO con nada más que un documento técnico estaban recaudando millones en minutos. El ambiente general era "Si no estás comprando criptomonedas en este momento, eres un idiota". Q4 2021 -> Se sintió más inteligente, más institucional, pero igual de eufórico. Las monedas del metaverso estaban en la luna, los NFT se vendían por millones y las marcas principales se acumulaban. Los influencers pedían $ 100k BTC, $ 10k ETH e incluso $ 1 DOGE. La sensación fue: "Esta vez es diferente: las criptomonedas son imparables ahora". -- En ambos casos, no hubo miedo. Solo la confianza engreída de que el número aumentaría para siempre. Por lo general, es cuando desaparece el piso. Pero ahora mismo estamos lejos de eso, todavía hay miedo en las calles. Cuando tu conductor de Uber dice que su moneda meme ha subido un 400%, ese es el momento en que comienzas a preocuparte.
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