Estuve en Montreal este fin de semana. Me sorprendió el desprecio abierto que tenían hacia el actual gobierno estadounidense. Era visceral, evidente y omnipresente. Cada local con el que hablé. Cada conversación que escuché. Sentía que estaban hablando de un enemigo hostil. No de un aliado vecino de 200 años. Qué maldita pena. ¿Y realmente podemos culparlos?
1.72M