Adriana Caselotti originó la voz aguda e inocente de Blancanieves en el clásico de Disney de 1937, un papel que consiguió a los 18 años. A pesar de que Walt Disney le prohibió buscar otros papeles acreditados para mantener la ilusión del personaje, más tarde abrazó su estatus icónico y fue nombrada Leyenda de Disney en 1994.