Bajo Basilea III, el bitcoin utilizado como colateral no tiene valor reconocido, por lo que los préstamos garantizados por él se tratan de la misma manera que los préstamos no garantizados a efectos de adecuación de capital. La llamada de Saylor a cambios o evolución tiene sentido, pero cualquier enmienda a las reglas de Basilea tomará al menos cinco años.