Un pensamiento para el domingo. La vida realmente se basa en el principio de la semilla, donde obtienes lo que siembras, multiplicado y con un toque de ironía. No puedes sembrar caos y esperar calma, así como no puedes vivir de pizza y esperar tener abdominales. Lo salvaje es cuánto tiempo se siente la espera; el universo ama una olla de cocción lenta, no un microondas. Así que sí, siembra sabiamente, riega lo que importa y no te asustes cuando nada suceda de la noche a la mañana. Las mejores cosas tardan en brotar. Especialmente aquellas que realmente valen la pena cosechar.