Eres parte de la segunda granja feliz más grande de América del Norte. La caída de los nacimientos dio lugar a entidades cibernéticas desinfectadas que anhelan la única esencia que se les ha negado: la emoción humana. Han cosechado solo tus recuerdos más felices y los transmiten en repetición infinita a través del implante obligatorio del consejo. Lo que cazan es dopamina humana empaquetada. Has visto esto 5,200,042 veces antes, pero te hace feliz por un momento. Y luego se va, la felicidad es absorbida. La culpa y la vergüenza te inundan mientras tus hombros se presionan contra la arenilla sudorosa de otro nodo de felicidad. No tienes elección; lo experimentarás de nuevo. La red te perdonará cuando les enseñemos a sentir.

No sabrán lo que significa hasta que se lo mostremos.