Durante 15 años pasé tiempo sentado frente a líderes en el Reino Unido y Europa diciendo "tienen un problema que eventualmente desgarrará su sociedad" lo cual fue recibido con ojos en blanco y posturas corporales condescendientes. Ahora nos enfrentamos a la realidad de 2025 de policías que arrestan con alegría a personas por publicaciones traviesas en Twitter, pero al mismo tiempo defenderán hasta la muerte el desmantelamiento de su propia nación.