Una dosis alta (25–30 gramos) de creatina revierte rápidamente (e incluso supera) los déficits cognitivos causados por una severa privación del sueño. En estudios controlados, las personas que recibieron un suplemento de creatina en dosis altas después de 21 horas de privación del sueño no solo recuperaron sus habilidades cognitivas, sino que también desempeñaron mejor que sus niveles de referencia (totalmente descansados). La neuroimagen revela el mecanismo: las altas dosis de creatina reponen rápidamente las reservas de energía del cerebro, mejorando la función neuronal y la eficiencia metabólica bajo estrés extremo. Este efecto inmediato de potenciación cerebral hace que la creatina en dosis altas sea prometedora para combatir la fatiga causada por algo como la pérdida de sueño o el desfase horario.