La #inflation en la Eurozona aumentó en septiembre, con el IPC subiendo un 2,2% interanual, impulsado por los efectos base de la energía y los mayores costos de los servicios. La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como la energía y los alimentos, se mantuvo estable en un 2,3%, en línea con las expectativas.