Dejando de lado los ficticios miles de millones de dólares que Trump sigue inventando, a la gente no le gusta escuchar que "la economía está en llamas" cuando están ahogándose en una crisis del costo de vida, las facturas de servicios públicos han subido un 10% y el mercado laboral es tan inestable que Trump despidió a la persona a cargo de las cifras.